ABSTRACCIÓN Y FIGURACIÓN

… trabajo de estética, curso 2006-07



COLOR EN ARQUITECTURA

… presentación de composición, colaboración con Javier Lafita



CERÁMICA ARMADA

… trabajo de historia de la construcción, curso 2008-09



ÁRBOLES DE ITURRAMA

… presentación de diseño de parques y jardines, colaboración con Bea, Maje…


miércoles, 7 de octubre de 2009

FIGURACIÓN

San Pedro del Vaticano es una obra de arquitectura reconocible que integra formas de la antigüedad. Como contenido estas formas son figurativas y se pueden independizar, pero un detalle del Vaticano se distingue de uno del Templo Malatestiano. Los detalles están llenos de significado.

Si belleza es la armonía de las partes, allí donde no se puede añadir o eliminar ningún elemento sin destruir el conjunto, la obra de Alberti en Rímini es una paradoja. Toda la arquitectura está añadida a una obra gótica, pero nada parece arbitrario. La restauración está sin terminar, pero el conjunto es legible. Las obras sólo son accesibles desde el significado de su contenido.

Para los arquitectos romanos el sentido de los órdenes estaba en su significado escultórico. Las columnas clásicas, basa/fuste/capitel, son tectónicas y como "pesan" tienen arriba y abajo. Para Borromini los materiales, además de expresión escultórica, tenían dignidad propia. Los críticos sólo veían falta de unidad en aquellos detalles que él valoraba constructivamente; las obras debían ser unitarias materialmente, como las columnas de travertino de Bernini en el Vaticano. En San Ivo de la Sapienza se diferencian por los materiales la cúpula de la fachada, y en ésta, el cuerpo de ladrillo de la decoración de piedra. Mies uso en el Pabellón de Barcelonaese sentido del material que a la casa Schröder le falta. Pero ambas contienen el mismo significado pictórico, los colores cálidos son más cercanos que los fríos.

Obras pertenecientes a distinto imaginario pueden contener significados coincidentes. El sentido estereotómico de la piedra es propio de la cultura francesa. Al pintar arquitectura Louis Vivin representa con idéntico esmero los sillares de la Catedral de Reims y los del Panteón de Soufflot.

Esta visión no contradice el trabajo escultórico que en ambas obras se somete al orden: al infinito desarrollo de los detalles en el arte gótico y a la relación tripartita de los elementos en el arte clásico.

Las unidades significativas son regla de belleza, si se destruyen, ésta desaparece. Una fábrica de sillar con piezar partidas produce una certeza desagradable: si el material no aguanta el corte la construcción que forma se desplomará. Si además del pecho el viento araña la cara de la Esfinge cómo la distinguiremos del resto de rocas del desierto. Hoy en arquitectura la dignidad de los materiales se verifica por su resistencia, la de las unidades de obra por su continuidad. Las obras de arquitectura no tienen porqué ser de un único material, pero sí se debe respeto a la verdad de los materiales. Las unidades de significado se diferencian entre sí por su contenido real. Un maestro cantero entiende la diferencia entre un sillar y un mampuesto donde el lego sólo la identifica; alguien debio enseñar al espectador una unidad de cada, sin esa experiencia previa no se puede percibir la diferencia. La imaginación puede llevarnos desde la referencia a la experiencia profunda. Finalmente, si el arte fuera una ciencia, se demostraría cada vez que se crea.