ABSTRACCIÓN Y FIGURACIÓN

… trabajo de estética, curso 2006-07



COLOR EN ARQUITECTURA

… presentación de composición, colaboración con Javier Lafita



CERÁMICA ARMADA

… trabajo de historia de la construcción, curso 2008-09



ÁRBOLES DE ITURRAMA

… presentación de diseño de parques y jardines, colaboración con Bea, Maje…


sábado, 10 de octubre de 2009

QUÍMICA














La obra de Le Corbusier no se asocia al clasicismo, pero algunos de sus grandes edificios de hormigón tienen una imagen escultórica. Es el caso de la Unité d´Habitation











Pabellón de Barcelona_ Mies tras elegir los materiales por su posición en planos los trabaja para darles profundidad. Las particiones de mármol (travertino, ónice... ) forman dibujos por la posición de los estratos, que destacan la calidad del material.


En su Teoría de los Cuerpos, Boullée distingue las formas geométricas simplespor su comportamiento bajo la luz. La esfera era su cuerpo preferido por su calidad, por la infinita variación de los tonos de sus caras. Como explica Le Corbusier en su frase "la arquitectura es el juego... de los volúmenes bajo la luz". Un ejemplo de esta teoría es el Capitolio de Bangladesh, obra de Louis I. Kahn.



FÍSICA

COLOR Y SíMBOLO

COLOR Y SENSACIÓN

COLOR Y RAZÓN

COLOR EN ARQUITECTURA

miércoles, 7 de octubre de 2009

ABSTRACCIÓN

Vivimos en una ciudad construida. Reconocemos el valor práctico de sus edificios pero no lo identificamos con ningún valor artístico. Si la percepción directa de estos no es origen de conocimiento, entonces de dónde viene nuestra experiencia de la arquitectura.

Tenemos memoria de los edificios en los que actuamos; nuestra idea de casa corresponde a aquella que habitamos. Distinguimos qué es una casa de aquello que no lo es, porque identificamos nuestra idea de habitar en todas las casas que conocemos.

Percibir es identificar, reconocer la coincidencia entre idea y realidad, pero también es imaginar, relacionar ideas. Cuando debemos cambiar de residencia es práctico crear una imagen con las posibilidades de nuestra nueva vivienda para empezar a habitarla. Buscamos ejemplos de decoración y elegimos aquellos que nos gustan. Crear una imagen, un ideal, es atender a la realidad de forma parcial. Si cambiamos de ideal también cambiará nuestra percepción de la realidad. Concepto y apariencia van unidos.

De los dos tipos de percepción la identidad es pasiva, su interpretación de la realidad es unívoca, y es diferente de la demostración porque no se comparte con los demás. La interpretación imaginativa es activa, puede cambiar, y se comparte con otros. Las ideas se poseen. De los ideales se participa, y veremos que amplían el significado de las ideas. La imaginación es origen de conocimiento.

En "El nombre de la rosa." Umberto Eco hace una descripción ideal de una iglesia abacial _Donde Adso admira la portada de la iglesia...

La iglesia no era majestuosa como otras que ví después en Estrasburgo, Chartres, Bamberg y París. Se parecía más bien a las que ya había visto en Italia, poco propensas a elevarse vertiginosamente hacia el cielo, sólidas y bien plantadas en la tierra, a menudo más anchas que altas, con la diferencia, en este caso, de que, como una fortaleza la iglesia presentaba un primer piso de almenas cuadradas, por encima del cual se erguía una segunda construcción, que más que una torre era una segunda iglesia, igualmente sólida, calada por una serie de ventanas de línea severa, y cuyo techo terminaba en punta. Robusta iglesia abacial, como las que construían nuestros antiguos en Provenza y Languedoc, ajena a las audacias y al exceso de filigranas del estilo moderno, y a la que sólo en tiempos más recientes, creo, habían enriquecido, por encima del coro, con una aguja, audazmente dirigida hacia la cúpula celeste.

Ante la entrada, que a primera vista, parecía un sólo gran arco, destacaban dos columnas rectas y pulidas de las que nacían dos alfeizares, por encima de los cuales, a través de una multitud de arcos, la mirada penetraba, como en el corazón de un abismo, en la portada propiamente dicha, que se vislumbraba entre la sombra, dominada por un gran tímpano, flanqueado, a su vez, por dos pies rectos, y, en el centro, una pilastra esculpida que dividía la entrada en dos aberturas, defendidas por puertas de roble con refuerzos metálicos. En aquel mometo del día el sol caía casi a pico sobre el techo, y la luz daba de sesgo en la fachada, sin iluminar el tímpano. De modo que, después de pasar entre las dos columnas, nos encontramos de golpe bajo la cúpula casi selvática de los arcos que nacían de la secuencia de columnas menores que reforzaban en forma escalonada los alféizares. Cuando por fín los hojos se habituaron a la penumbra, el mudo discurso de la piedra historiada, accesible, como tal, de forma inmediata a la vista y a la fantasía de cualquiera (porque pictura est laicorum literatura), me deslumbró de golpe sumergiéndome una visión que aún hoy mi lengua apenas logra expresar.

La relación entre palabra e idea es referencial, figurativa. Todo lector que conozca algún edificio medieval puede identificar en la descripción elementos propios de esta arquitectura: almena, aguja, pórtico... pero Eco se interesa por el conjunto que forman las palabras, no por su significado. Discriminar es la forma más rudimentaria de imaginar, la primera relación entre ideas.

Además aporta otra serie de relaciones entre los elementos arquitectónicos: proporciones, orden de las partes y del todo (base almenada, cuerpo esbelto, cubierta inclinada), acabados de la piedra... de forma que podemos relacionar la iglesia descrita con unas obras románicas (el Poblet, San Pedro de Moissac...) y no con otras (San Miguel de Hildesheim, San Ambrosio de Milán...)

A pesar de describir un edificio inexistente ahora podemos distinguir diferencias entre unas y otras arquitecturas medievales. Pero para aprender hay que crear, dar vida a ideales a partir de realidades. El arte es un saber práctico.

Ningún arte puede ser expresivo porque arte es creación, no comunicación. Las artes son constructivas, realizan objetos exteriores al hombre, nuevas realidades. La literatura crea textos, y estos expresan porque contienen palabras, y al ser estas el contenido básico de la literatura sus relaciones cualifican el texto. Existen textos demostrativos y textos imaginativos. Los primeros son propios del ámbito científico y su función no elimina su realidad artística.

No hay signos propios de ningún arte. Los poetas al publicar sus textos ponen especial cuidado en su edición, composición; algunos los acompañan de dibujos muy importantes para entender la obra. La arquitectura puede contener palabras; que no sepamos leer áraba no significa que los versos del Corán no formen parte de la realidad de la Alhambra. Miguel Ángel, un escultor, construyó la Capilla Sixtina pintando.

Abstraer es proponer relaciones entre ideas.

Uno de los valores de la abstracción es que se puede comunicar porque se entiende con el pensamiento como una demostración. Pero al no tratarse de una realidad se puede variar sin faltar a la verdad. Se puede formalizar a voluntad, como se explica en el siguiente fragmento del Principito.







Además del contenido, si atendemos al continente podemos entender algo más sobre la abstracción. En el texto son de gran importancia los dibujos para participar del contenido. Si sólo apareciese la caja podríamos imaginarnos cualquier cosa; al dibujar Saint-Exupery los corderos anémicos podemos seguir al Príncipe en su elección e imaginarnos lo viejo que es unorespecto al otro, y lo bien que duerme el que guarda en la caja. Los elementos de una obra aislados tienen un significado más profundo que el referencial, y pueden dar sentido a la obra entera. Las Salinas de Chaux y las Ciudades Ideales de Platón tienen una relación intelectual evidente pero uno sólo de los pabellones de Ledoux es suficiente para reconstruir la imagen del proyecto que jamás se completó. Esto es así porque las obras de arte son el objeto adecuado de la atención imaginativa; por eso no es satisfactorio tomar los elementos arquitectónicos por palabras de un lenguaje.



El lenguaje, aunque creado, tiene función comunicativa. No hay nada artístico en decir "Tengo hambre". Y hacemos de menos las obras de arte cuando se usan de forma expresiva. La Torre Eiffel no es París por mucho que su perfíl sustituya a la capital francesa en el imaginario popular.